viernes, 4 de diciembre de 2009

Te recuerdo Amanda

36 años después, aún te recuerdo, Amanda.



lunes, 9 de noviembre de 2009

Zum Geburtstag viel Glück


Alles Liebe und alles Gute zum 20. Geburtstag, Berlin.

martes, 20 de octubre de 2009

El último de la fila

El primer record que tinc d'ell és sentat sols a una taula, amb el diari obert, en clase de càlcul. En la segona imatge se'm presenta amb una camisa destartalada, i regularment em va duguent ampolletes d'aigua per resucitar a J.A. en aquella mítica nit de Halloween. El tercer record, diria, en ordre cronològic, ve eixint d'un sopar en casa de Carles, on només xafar el carrer li pega per bosar-ho tot, i tot just alça el cap, es posa a ballar com si no hagués passat res.

Després van vindre les pràctiques de laboratori, el Trivial, seure junts a clase. Difícil dir quan deixà de ser un company i passà a ser un amic. Supose que el dia que li vaig confesar que estava colat per E.U. i la parida del disquet que havia fet per cridar la seua atenció. Va arribar un dia en què nostres camins van haver de separar-se. Jo vaig estar 2 anys a Berlín, i clar, tot no es pot tindre. Vaig perdre'm grans nits de festa, l'equip de futbol 7 d'Industrials, o vore en persona com ell també s'enamorava de qui no tocava.

2 anys... es diu ràpid. Sembla mentida que ho recorde com un bufit, perquè va ser tota una vida. Mentretant, vam seguir-nos els blogs puntualment i vam ser testics de les nostres aventures i desventures. Com no podia ser d'altra manera, vaig tornar a València, i la readaptació no va ser fàcil. Entre altres, no hi quedaven molts amics per ací, així que el vaig convertir en un pilar fonamental de la meua vida i el meu oci, a més d'una excusa perfecta per fer-se una cervesa entre setmana.

2 anys després, els nostres llocs comuns no només no havien canviat, sinò que en continuaven apareguent nous: la poesia, la música d'autor, la escritura, el Pro, el ping-pong, els tratges de Camps. Mentretant, els nostres amics continuaven anant i tornant de les seues experiències Erasmus, però ell no podia optar al no haver aprovat encara la seua bèstia negra: dibuix tècnic de primer.

Pareixia que no li arribaria mai el seu moment, però diu Eduardo Galeano que "todos llegamos donde se nos espera". Dibuix va ser un 5 que va fer gust a 10, i de sobte unes pràctiques a Dresden estaven cridant a la seua porta.

3 anys després d'haver marxat jo, i molt de temps després de que altres ho feren, rere d'haver fet pacientment una eterna cua, arribà el moment de la recompensa. A l'últim de la fila li tocava facturar maletes. Darrere d'ell, no venia ningú. I ara quan els demés ja estàvem de tornada, ara eixia ell, amb tot allò que durant anys li havíem intentat contar i fer entendre amb paraules... per viure.

Un dels darrers records que d'ell tinc és baixant del 81 i dirigint-se cap a casa. Aquell dia li faltaven ja moltes coses, doncs estava deixant el pis, i fins i tot li faltaven els habitants. Aquell dia tornava a una casa on ja no tenia molt que fer, on no li esperaven ni amics, ni oci, ni Internet, ni un missatge de mòbil dels que temps enrere li haurien fet enlairar-se. Però no se li va vore preocupat. Ell no ha sigut mai d'anar esperant.

Ell mai ha necessitat ningú per tirar endavant. Sempre exprimeix els seus recursos, sap fins on té que arribar, explota els seus dons i les seues facultats. Li va tan bé amb ell mateix que fins i tot és capaç d'evolucionar-se a un ésser com ell mateix, però millorat. I supose que tractant de debuggejar aquell bucle de la versió antiga, que fa que el sistema operatiu s'enamore sempre de qui no toca, haurà descobert que quan s'és orfe d'amors, com un servidor també es reconeix, és quasi una lluita perduda no convertir una bonica conversa en motiu d'enyorança o un càlid somriure en motiu d'insomni.

Pot ser jo també estiga amb ell el último de la fila esperant el torn de la meua vida, absurd com un ase amarrat en la porta del ball. Som els últims, però sabem que quan tots ja hagen passat, a nosaltres ens té que arribar.

I en uns dies, estem amb ell en Dresden.


P.D.: Tots van concloure que el pròleg era el millor del llibre.

sábado, 17 de octubre de 2009

Fútbol sin fatatas

"Yo me despido de ustedes. Ésta es mi última retransmisión con La Sexta. Y voy a decir lo mismo que decía hace tres años y medio cuando vine a esta cadena: 'La vida puede ser maravillosa.' "

Hasta siempre, jugón.

jueves, 8 de octubre de 2009

Donde dije digo

Cuando tuve el valor de decidir que mi futuro inmediato no pasaba por mudarme a Castellón, a expensas de haber pagado el primer mes de alquiler, eran las 2.30 a.m., y seguía desvelado en aquella frágil cama y poco anclada de la pequeña habitación, cuya pared era compartida con la del comedor, y horas antes, había sido insuficiente para aislar el ruido de risas, cervezas y papas de mis (ex)compañeros de piso Erasmus.

Entonces me di cuenta de que había cometido un error, o mejor dicho, casi había llegado a cometerlo, intentando tomar una decisión a contranatura, con la desarmonía y la negatividad que produce el sentirse en el camino incorrecto, no hacerse caso a uno mismo y sí a un conjunto de normas y presiones sociales y coyunturales que pretenden marcar pautas de actuación a todos los que no osan a decidir por sí mismos.

Yo quería vivir en Valencia.

Donde está mi familia, mis amigos, mi gente. Donde está lo poco o mucho que tenga en la vida. Donde, de momento y hasta que otros vientos puedan soplar en mi vida, quisiera que las cosas crezcan a mi alrededor.

Así que al día siguiente comencé la búsqueda de piso en Valencia, y enfrascado en ello sigo.

Pero, con esta entrada, lo que quería poner en evidencia es la actitud de la gente que me aconsejó Castellón como ciudad para vivir, y más ampliamente, el comportamiento de aquellos que asienten y dan la razón por sistema, que dicen a uno lo que creen que quiere oír, pero no la opinión sincera solicitada.

Ayer les dije que me mudaba a Castellón, y ellos decían que hacía bien, que ganaría en calidad de vida, que a la ciudad no le falta de nada, que tampoco resta tanta tarde tras llegar del trabajo como para querer aprovecharla en Valencia...

Hoy les digo que abandoné la idea, que aposté por mi ciudad pese a lo que ello supone,

y ahora me dicen que, puestos en mi lugar, o de haber podido elegir, hubieran hecho lo mismo.

viernes, 25 de septiembre de 2009

Para tocar el cielo

Lo que ayer sucedió no estaba en ningún guión. No estaba ni previsto ni planeado. Ni siquiera concebido o imaginado en mi cabeza.

Volvió Tontxu a Valencia después de 5 años. Y lo hizo gracias al esfuerzo de David, por llevar adelante el programa de eventos de 'La Passión', en especial el ciclo de cantautores. Me hacía ilusión regalar uno de mis libros a uno de los iconos que en su día pusieron música a mi adolescencia, así que teniendo esta inigualable oportunidad, ¿por qué desaprovecharla?

Al poco de llegar, Tontxu recibió, mezcla entre sorprendido y agradecido, mi libro, a lo cual añadí que se trataba de una colección de sonetos que había recopilado, y que quería regalarle, en cierta manera, como muestra de admiración por su carrera. Tomándolo, se dirigió al camerino. Y yo a la segunda fila, donde había un hueco fantástico que me estaba esperando.


La incredulidad fue mayúscula al ver aparecer a Tontxu entre aplausos, llevando mi libro en la mano y colocándolo sobre el atril. Agradeció a la organización la posibilidad de llevar a cabo encuentros de gente afines a este mundillo en un local espléndido como es aquél, y añadió que agradecía el regalo de un libro que un chico le había entregado nada más entrar.

Comentó que lo había abierto por una página cualquiera, y como le había gustado lo que había leído, y además era muy cantable... esto fue lo que sucedió a continuación:


Como veis, Tontxu puso improvisadamente música al primer soneto, y le sirvió como tema de apertura para su cálido concierto de dos horas. Un servidor no cabía en sí de gozo, así que quise agradecerle al terminar el bonito gesto tenido. Estuvimos charlando un rato de Bilbao, de Valencia y de Madrid. Buena gente, sencillo, humilde. Todo una figura de mi adolescencia conversando conmigo.

De vez en cuando la vida te aborda con regalos inesperados y con momentos imborrables para siempre del recuerdo. Al final, la foto de rigor.


¡Gracias, Tontxu!

miércoles, 16 de septiembre de 2009

El hombre que corría tras su sombra

Extraído de un libro de Jorge Bucay. El bosón de Higgs cumple 50 entradas:

"Muchos maestros de Oriente nos enseñan que somos seres espirituales y que todos nuestros deseos terrenales no son más que la sombra que nuestros cuerpos terrenales proyectan sobre la tierra.

Acompañando esa metáfora, me pregunté un día si en ese planteamiento no está la explicación de mucho, si no todo, lo que nos pasa.

Imagínate que yo decida, siendo fiel a las pautas que la educación de nuestra sociedad de consumo me ha sabido inculcar, correr tras las posesiones que ambiciono o que se corresponden con mi ubicación social, según la norma de mi entorno y mi época.

Si yo representara esa actitud a la luz de la metáfora planteada, sería el equivalente de tomar la decisión de correr tras mi sombra. Ahora bien, si cualquiera tomara tan estúpida decisión, ¿qué pasaría?

Primero, nunca alcanzaría lo que persigue. Segundo, cada vez estaría más lejos. Tercero, lo perseguido cada vez sería más grande.

Cada vez más grande, cada vez más lejos y con garantía de fracaso. ¿No hay peor verdad?

Pero, ¿qué pasaría si ahora me diera cuenta y, girando sobre mis pasos, decidiera caminar hacia la luz, en lugar de correr tras la sombra?

Pasarían, simbólicamente, tres cosas. Poco a poco, la sombra sería más y más pequeña. Cada vez estaría más cerca. Y, finalmente, cuando me acercase mucho a la luz, la sombra desaparecería por completo.

Éste es el camino de este paso, dejar de correr tras la sombre de nuestro deseo de poseer, de acumular, de tener. Caminar en dirección a la luz y dejar que las cosas que deseo me sigan hasta alcanzarme."

sábado, 5 de septiembre de 2009

Mañana no será lo que Dios quiera

El disfraz de Michael Jackson había causado cierta sensación en los carnavales de Rafelbunyol, me atrevería a decir, algo más entre el colectivo masculino que entre el femenino, quien curiosamente se precató, claro que sólo quién la reconocía, de que era una camisa de pioneros la que completaba los atuendos de Rey del Pop.

Me harté de saludar a sorprendidos, que en un alarde de ingenio, preguntaban que qué hacía yo allí si me acababan de enterrar. Pues he venido a lo mismo que tú, no te jode. Beber, bailar, entretenerme viendo los disfraces de la gente... ¿No sabes decir nada más gracioso?

No conseguí encontrar a casi nadie, y la noche se alargó innecesariamente. Tanto, que tengo la sensación de haberme acostado ya con resaca. Al despertar, todo era ropa sucia y desorden a mi alrededor, y auguraba la habitual jornada en que el dolor de cabeza me sobreviene conforme avanza el día, y no al contrario.

He comido algo calentado al microondas. En la tele Rajoy y Rita babeaban por Camps, y éste pronunciaba el discurso más enfervorizado y desmedido que le había visto nunca. Habían arrestado a 16 prostitutas en el barrio de Gracia. Los banqueros británicos y americanos volverían a concederse bonus desorbitados dentro de poco.

He fregado y me he dejado caer en la cama con la meninge a punto de explotarme. Durante unos segundos me he acordado de ella. La he dejado ir sin más. He dado un par de vueltas en la cama, y he cogido el móvil para borrar algunos mensajes del verano. He hecho acopio de fuerzas y me he acercado al centro a comprar un GPS que me permita moverme por Castellón con cierta soltura estos primeros días, y de paso adquirir un artículo que tenía en mente ya hace bastante tiempo.

Al bajar a la calle he descubierto que el verano había terminado de repente. La estampa era melancólica y gris, y un sollozo de lluvia arreciaba confiriéndole más si cabe un aura de tristeza. Las temperaturas habían bajado, y en algún momento incluso he podido llegar a sentir frío.

En el metro iba absorto en la lectura de "Saber peder", de David Trueba. Tragedias cotidianas de gente corriente. A Ariel le estaban enseñando la puerta en su equipo, y Leandro era vejado en su propia casa por la persona que más deseaba. Enseguida he llegado a Colón, y no me he demorado apenas en la compra ni en los paseos habituales por la zona de los libros que habitualmente comporta la visita a un Corte Inglés.

A la vuelta, así, súbitamente, he pensado que es un coñazo buscar. Buscar la Tierra Prometida, buscar el Bosón de Higgs... He pensado así, súbitamente, que es agotador, desesperante. Vaya, que no sirve para nada. También he concluido que no es nada útil perder el tiempo con quien no está dispuesto a perderlo contigo, ni hacer caso a quién no se va a molestar en hacértelo a ti.

Y así, en medio de tan trivial revelación, me he sentido vulgar, prosaico, aunque al mismo tiempo algo más alineado y ordenado con el mundo que gira a mi alrededor. Me ha parecido interesante lo que acababa de hallar, pero enseguida ha llegado mi parada y he salido del metro sin volver sobre el asunto.

He visitado a un amigo para hacer un videomontaje, y me he reído como hacía tiempo que no lo hacía. Son imprescindibles las risas en el día a día. Se han pasado 3 horas volando, y he vuelto a casa únicamente para prepararme una ensalada que, aunque estaba sabrosa, no me ha quitado el mono de carne que tenía. He cogido el maletín de póker y he vuelto a casa de mi amigo donde habíamos organizado una timba.

En la tele Bélgica encajaba 5, y sobre la mesa yo me llevaba 9€. Una partida de esas en que ganas 2 ó 3 veces en un par de horas, pero recoges buena cosecha. He llegado a mi casa, y seguía cayendo la misma melancólica llovizna de la tarde. Ahora sí que ya no quedaba más tiempo. Mañana marcho a Castellón, y hago la primera noche allí.

Mañana cambio de vida, no sé ni en qué medida, ni en qué dirección. Tal vez mañana irá todo bien o mal, o sencillamente irá, sin saber decir muy bien qué criterios tomar para describirme mejor o peor.

En cualquier caso, mañana es el día. Y mañana, como reza la novela más reciente de Luis García Montero,

mañana no será lo que Dios quiera.

miércoles, 26 de agosto de 2009

Fauna ibérica

Días de poca inspiración. Encontré este genial homenaje al Pagafantas, escrito por Ramón Muñoz, en la versión digital de El País de hoy:

Este verano se estrenó, por fin, Pagafantas. Digo por fin, no por la calidad de la película, sino porque ya era hora de que el cine prestara atención a este personaje clave en la sociología moderna. El pagafantas se podría definir como el compañero fraternal de toda chica, ese "nada más que un amigo" que nunca se comerá una rosca aunque se pase el día atendiéndola y ofreciéndole consuelo afectivo. Casi todos hemos sido pagafantas alguna vez. Es más, hay millones que no han sido otra cosa hasta que se resignan y se consagran a la soltería o al casorio convencional, con esa a la que nunca le pagaron ni una bolsa de pipas, porque la pobre estaba tan descolgada como ellos y encima les quería.

Los pagafantas no salen en las estadísticas. A nadie le gusta reconocer que es un paria del sexo, literalmente un intocable. Las chicas los ven únicamente como lacayos receptivos, alguien a quien contar sus penas, las que les causa otro, por supuesto, un canalla sin corazón que las hace sufrir a lo Cumbres borrascosas. No como el pagafantas, que es todo corazón, pero un corazón eunuco, un mero escuchador sin derecho a roce ni a piquito, que debe conformarse a lo sumo con una caricia tipo perrillo faldero o a un beso casto y de soslayo como el que se da en un funeral a una tía solterona.

Quiero dejar bien claro que no siento pena alguna por ellos. El pagafantas no es sólo un memo y un pringao. Es un indigno de género, un sujeto que avergüenza y desprestigia a toda la masculinidad al difundir con su mal ejemplo que siempre habrá hombres que por una mujer están dispuestos a todo por nada, a escuchar, a invitar y a dejarse manipular como una palanca, con tal de alimentar su quimera romántica.

De hecho, el pagafantas no es un hombre sino un hombro, un apéndice dócil en el que se apoya la amiga, un confesionario ambulante para purgar las penitencias que les causan siempre otros, los guapos, los gallitos, los que sí tienen falo. Y además es irredento. Siendo adolescente paga fantas y espera el milagro. Luego envejece y se convierte en pagaMahous y, más tarde, en pagaJB, y sigue esperando. Hace tiempo, un cínico seductor amigo, alarmado por mi pagafantismo rampante, me aconsejó que no me anduviera con rodeos, y que si la fémina me negaba la pasión amorosa al principio, respondiera con la burla en lugar de insistir con el vasallaje. "En la primera cita con una mujer, o le metes o le sacas la lengua", resumía. Tomen nota los ilusos o háganse devotos de Onán.


Qué cuatro verdades más bien dichas.

domingo, 16 de agosto de 2009

Agosto

Dios, en agosto, está de vacaciones.

Y la ciudad palpita lentamente, aletargada. Todo sucede a cámara lenta como en una película de Zack Snyder. Y lo peor, los sueños ni avanzan ni se retrasan; tan sólo se estacionan a la espera de una estación (valga el juego de palabras) más adecuada.

No hay forma de hacer planes en agosto. Los amigos están de vacaciones, y cuando se dejan ver uno tiene que trabajar. Nuestros músicos favoritos no sacan disco, nada bueno echan en los cines y M80 suspende “No somos nadie” hasta septiembre.

Son un asco los agostos, porque todo ha terminado y todo está volviendo a empezar. Yo recuerdo con nostalgia el campamento, extraño la gente y maldigo el veloz paso del tiempo. Pero ni puedo volver atrás, ni puedo ir hacia delante. Porque agosto me aferra pertinaz un grillete a los pies, y su sol, como un plomo, se apoya en mis hombros y me provoca un pesado caminar.

Caminar hacia septiembre y hacia Castellón, hacia una vida nada estimulante y nada apetecible de vivir. Hacia una ciudad y una rutina sin ningún gancho, sin ningún reclamo. Hacia la pereza de empezar una nueva vida en una nueva ciudad, con nuevos amigos, en un nuevo hogar, con la inquietud que provoca la incertidumbre.

Y es que Dios, en agosto, nunca echa una mano porque está de vacaciones.

viernes, 7 de agosto de 2009

Yo estuve allí

Lo que hoy sucedió no volverá a suceder en siglos. Difícil calcular cuándo. Hoy fueron las 12:34:56" h del 07/08/09. Fue un verdadero segundo cósmico irrepetible para los que, conscientes de ello como yo, lo sentimos pasar como un cometa borrando su rastro de inmediato.

Lo auspicioso del momento me sugirió que tenía algo que hacer, que quizá también no vuelva a suceder en siglos. Así que me dispuse a ello, y cósmicamente también me complace anunciarlo en mi blog:


'YO ESTUVE ALLÍ' es una recopilación de 25 sonetos de mi puño y letra que he publicado hoy por Internet y que verá la luz en formato libro dentro de un par de semanas aproximadamente. Con un conmovedor prólogo de mi amigo Saül Molina, el libro recoge los 25 sonetos que, desde el comienzo de mi adolescencia hasta hoy, escribí para brindar con amigos, para combatir la nostalgia de lugares y el desamor de mujeres y para homenajear póstumamente a los desaparecidos.

Cada ejemplar ha costado 5€ producirse, pero mi idea es regalarlo y que cada cual, tras leerlo, estime si debe y cuánto pagar por él. Podéis solicitar los ejemplares que queráis posteando esta entrada o escribiéndome un correo electrónico. Espero que os animéis a pedirlo, pues quizá este momento cósmico no se vuelva a repetir, y yo me conformo con que encontréis alguna forma abstracta de belleza o elegancia en cualquiera de sus lecturas.

Gracias a todos los que, en algún momento de este largo viaje, me animaron a seguir escribiendo y a los que vieron con buenos ojos la realización de este libro.

Mención especial a aquellos que han sido objeto de mi pensamiento quedando plasmados en papel y lápiz. No creo que encuentren ofensa alguna entre tantas líneas. Pero si fuera así, pido disculpas de antemano, y antetodo gracias por haberme llegado y haberse dejado retratar sin saberlo.

'YO ESTUVE ALLÍ'. 25 sonetos. 25 fotografías de mi vida. Pídelo aquí.

miércoles, 15 de julio de 2009

Cerrado por vacaciones

Año 1 d.B.

domingo, 5 de julio de 2009

Berlín, el Regreso Prometido

De regreso a Berlín, una dosis contraindicada de Demerol estaba terminando con la vida del más excéntrico de todos los reyes del pop, Michael Jackson. Pero eso no lo supimos hasta poco después de que Edu nos recibiera como a unos jefes de estado en Schönefeld, con unas Steinburg en mano. También pudo haber acabado con nosotros la mezcla estomacal que gestamos justo antes de acostarnos, consistente en: dos cervezas por cortesía de Edu y Felipe, chocolate por cortesía de Bego, una currywurst con patatas y mucha mayonesa por cortesía de Q36, pacharán por cortesía de Paula y unos medicinales tragos de Veterano, por cortesía mía. Sin embargo, lo que sucedería seguía lo siguiente:


La climatología no ha acompañado durante el viaje en cuanto a lucimiento, sí en cuanto a temperatura, lo cual casi lo hemos preferido. Con la típica mononube plomiza instalada entre Dresden y Copenhague, el viernes salimos a acabar de visitar algunos míticos lugares que aún, inexplicablemente, nos quedaban en el tintero tras dos años de habitar Berlín. Victoria Park y la cruz de Kreuzberg se erigen coronando la cota más alta del barrio de moda actualmente en Berlín, evocan la revuelta popular de Berlín oriental del 17 de junio de 1953, y una cascada desciende la pendiente dejando un paisaje verdaderamente bucólico en uno de los corazones de la ciudad.


La Platz der Luftbrücke nos recordó el puente aéreo tendido sobre Berlín durante el bloqueo soviético entre 1948 y 1949 y aquella frase mítica de Ernst Reuter: "Ihr Völker der Welt, schaut auf diese Stadt". Y así de insignificantes nos sentimos al lado del recién clausurado Tempelhof, cuyo edificio sería el más grandel del mundo a su conclusión en 1941.


Nuestro recorrido continuó por zonas tan empapadas de historia como Friedrichstraβe, el Lustgarten y Unter den Linden, para terminar comprando un knusprige Ente en Hauptbahnhof y relamernos echados en el jardín del Reichtag, mientras tan pronto nos chispeaba el cielo como nos regalaba unos destellos de sol.


Podría afirmar que llegado a este punto, yo, que creía haber vuelto psicológicamente preparado para combatir el regreso con la firme convicción de estar donde quería estar, tuve las primeras dudas y reflexiones internas acerca de si realmente vivo donde me gustaría vivir y si realmente estoy condenado y resignado a no poder disfrutar de una experiencia similar nunca jamás.

Ya totalmente contagiados del buen aura de Berlín, fuimos a encontrar el nirvana en el chocolate caliente de un brownie del Burger King de la Straβe des 17. Juni, cuyo emplazamiento, según anotaciones de Ana, fue en su día la puerta de entrada al barrio de Hansa Viertel. Y tras el reencuentro con Edu y algunas conversaciones interesantes sobre temas banales como son la vida, la amistad y el amor, pusimos rumbo a casa para preparar la primera gran cita con la noche berlinesa.

Rindimos homenaje a Michael Jackson pinchando sus hits, intentando el moonwalk y venciendo a la gravedad como en Smooth Criminal. Comenzaron los primeros reencuentros y comentarios que auguraban una noche de lo más jugosa. El Kaffee Burger nos esperaba infalible como siempre, con buena música, gute Stimmung y una buena proporción de hembras que se dejaban querer, pero no caer, aunque siempre peco del too much talking.


Cuando llegamos a casa ya era muy de día y tenía la impresión de que la resaca nos iba a tener en coma al día siguiente. Pero hasta en eso nos fue bien, porque doña resaca nos respetó religiosamente, conscientes de que por mucho menos, otras veces, nos ha estado picando el cráneo las 12 horas siguientes.

Berlín Treptow era el objetivo del sábado. Con las bicis nos fuimos bordeando el Spree, buscando la paz y la amplitud de alguno de nuestros lugares favoritos. De camino dimos con un barco atracadado abandonado, Berlín en estado puro, el cual abordamos para sentirnos algo piratas, hippies, okupas... en fin, berlineses.


Tras atravesar una tupida pradera abierta como unos kamikazes, hicimos la primera pausa en el monumento soviético a sus héroes, el cual ratifico como lugar más sobrecogedor de todos los lugares que evocan Berlín como el escenario por antonomasia de la 2ª guerra mundial. Y mientras unos incívicos se lanzaban un frisbie por encima de la memoria y los cuerpos de 5000 soldados, nosotros volvíamos a conversar sobre temas banales como la vida, la amistad y el amor.


Al borde del Spree nos esperaba otra conversación, unas creppes, y una interesante teoría acerca de si las mujeres de las que nos enamoramos siguen algún patrón descriptible o parametrizable. Y retrocediendo hasta la East Side Gallery, descubrimos la redecoración del tramo de 1,3 km de muro, entre Ostbahnhof y el Oberbaumbrücke. La última parada de la tarde fue la concentración por Cristopher Street's Day, donde, quién sabe si más de un centenar de millar de personas de lo más variopintas mostraban orgullosos e impúdicos la bandera de su homosexualidad.


Hubiera sido una pena no compartir, al menos, una cena y una velada con el comando UPV que coincidía con nosotros en Berlín. Amaretto nos dió cobijo a una multitud de españoles, como otras veces, sin deslastrarnos los bolsillos y urgiéndonos a marchar sin sobremesa. Para terminar la noche, Alte Kantine con sus cuños visibles a la luz morada, su Michael Jackson y su 'me intento pagar la entrada con el Pfand'.

Al salir, como siempre, muy cocidos. Y Ali Babá nos salvaría la vida, preparándonos un kebab que al día siguiente estaría peleando fraticidamente con nuestra resaca, pero no nosotros. Porque nosotros teníamos una de las citas más reseñables con diferencia de mi estancia en Berlín. Paintball.

U5-Hönow. "Dieser Zug endet hier. Bitte alle aussteigen." Y un tipo muy extraño nos hace caminar 25 minutos, encontrando de camino un cartel que reza: "Brandenburg". Nos adentramos en un bosque y allí, en mitad de una zona despejada y agreste, el más clandestino y prohibido Paintball que uno pueda imaginar. Sin infraestructura, sin servicios, sin enfermería, sin monos de protección. Tan sólo unas endebles máscaras y las pistolas son el uniforme proporcionado por 2 freaks aficionados a la guerra y a las armas, quienes nos cuentan las normas mínimas de seguridad para no perder la vista en el campo de batalla.


En la trinchera, adrenalina pura. Si eres alcanzado: "¡Gotcha!" y con las manos levantadas. Si sucediera en la guerra, un cadáver. Para sobrevivir, encontrar una buena protección, tener buena puntería, ser invisible entre la maleza y jugársela cuando se asoma el pescuezo. En cierto momento deja de ser divertido. Es demasiado militar, demasiado real. No es un juego. O al menos, no está montado para que así parezca.


Un Grillen in-situ con unos buenos Steaks y unas Bratwurst, para nada olvidados por nuestro paladar, nos hacen recuperar el tono. Pero allí no hay cotenendores para tirar la basura, porque todo lo tiran al bosque contiguo, o a una caravana calcinada que tiene medio metro de mierda en su interior. Muy nazi. Muy denunciable. Muy berlinés.

Camino a casa, entumecidos, descubrimos alguna garrapata por nuestro cuerpo. Una ducha en casa nos purifica y bajamos a encontrar la última cena en un japonés de Bergmannstraβe, con Happy Hour a mitad de precio. Los camiones de limpieza todavía se emplean a fondo con los restos de la Cristopher Street's Day. Aún así, la calle está hermosa, y pensamos que es la Kastanienallee de Prenzlauer Berg o la Simon Dach de Friedrichshain.

Cócteles para el cierre. Las últimas conversaciones sobre temas banales como la vida, la amistad y el amor. Una cuenta que arroja una equivocación a nuestro favor, Bego desde detrás del cristal del N6 diciendo adiós y el último garito de Mehringdamm que nos sirve el peor pitraque del averno y nos echa de su terraza a las 3.30 a.m.


A las 5 a.m. suena el despertador de mi móvil. Una monstruosa fuerza involuntaria en mi interior desea apagar la alarma, seguir durmiendo hasta medio día, levantarse tranquilamente, desayunar Marmor tal vez, bajar a dar un paseo por Yorckstraβe y retomar una vida que me resisto a creer terminada.

Pasan 10 minutos y sigo en la cama. Edu y Felipe duermen. El sol lleva fuera más de una hora, aunque el día está nublado. La habitación de Edu es muy bonita, se nota que los arquitectos tienen una sensibilidad y un buen gusto especial. Es de sección pentagonal. Me gustan las cosas pentagonales, las cosas que tienen 5 elementos. Estoy mareado aún por los cócteles de 2 horas antes. Quiero dormir, dormir y despertar en Volkspark o en Wannsee...

...pero de repente un automatismo asentimental, programado en mí para estos casos de emergencia, toma el control y me levanta como un resorte del sofá cama. Me viste, me acicala, mete todas mis cosas aún esparcidas por la habitación en la maleta, y le da un emocionado abrazo a sus camaradas Edu y Felipe. Bajo a trompicones los 4 pisos del 91 de Yorckstraβe con Möckernstraβe, y al poner el primer pie en la acera, vuelvo en mí.

De repente me descubro arrastrando una pesada maleta de sonrisas y recuerdos, empapado en lágrimas, martilleteado por el traqueteo de las ruedas sobre el pavimento, ametrallado por mil caras y mil arañazos de corazón. La calle está desierta, sólo un hombre me sigue. Pero justo cuando me da alcance, se desvía hacia un familiar Tutti Frutti.

El camino a Schönefeld es largo y agónico. Pero Berlín ya está en marcha un lunes a las 6 de la mañana. Algunos, incluso, de muy mal humor, como la alemana gorda y nazi que me obliga a facturar la maleta por el centímetro de ruedas que no cabe en el validador de equipaje de mano. Entonces pienso que también Schönefeld se ha convertido en un aeropuerto muy nazi, donde EasyJet y Ryanair se disputan la cuota de mercado concentrando sus vuelos, hacinando a los pasajeros, sometiéndoles a largas esperas e incertidumbres y a ningún margen de maniobra.

Sólo algunos fotogramas tengo del vuelo a Madrid. El recuerdo de tener el gaznate muy seco, de ver a la muchacha de mi izquierda dormitar, de escuchar prepare for landing. Por suerte Blanca me esperaba con pa amb tumaca y una caña en la Plaza del 2 de Mayo, y Joan y Ana, cálidos, generosos y dispuestos como siempre, para comer conmigo y escuchar las inacabables historias de Berlín, la Tierra Prometida.


Estaba claro que tenía que terminar, pero... ¿No terminó demasiado pronto? ¿Cabe renunciar para siempre a vivir como antaño en Berlín? ¿Cómo sería Berlín sin la gente que la hizo mortalmente arrebatadora? ¿Cómo definir la calidad de vida de una ciudad? ¿Cómo hubieran sido estos días sin Felipe, sin Edu, sin Bego, sin Guti, sin Amparo, sin Laura, sin Míkel, sin Udu, sin Fede, sin Paula, sin Mariña, sin Steffi, sin Jana, sin Lisa...?

¿Realmente vivimos donde queremos vivir? ¿Realmente hacemos lo que queremos hacer? Antes de este viaje lo tenía muy claro... Después de él, no demasiado. Berlín es como una exnovia que te llama después de algún tiempo, y te propone cenar, y se acaba acostado al lado de ella derivando en extrañas segundas partes, o terceras, o quién sabe cuántas más.


Gracias a todos por este fantástico viaje. Sólo me queda decir, como en su día JFK:

"Ich bin ein Berliner".

viernes, 3 de julio de 2009

De la absència i de tu

No és que estigueres al lloc inadequat en el moment més inoportú. Tan sols tornaves de complir amb un deure important a la Universitat. Alguns, de segur, maleirien haver perdut aquell metro en l’estació anterior. Però tu, Déu sap per què, anaves dintre. I era 3 de juliol de 2006.

Va ser la vesprada més llarga de la meua vida. Perquè no podia quedar-me quiet, vaig a anar a buscar-te allà on, per res del món, desitjava trobar-te ni sentir el teu nom. Allí vaig coincidir amb molta gent preocupada i angoixada, i fins i tot personatges il·lustríssims i molt honorables del govern de la nostra terra. Però malgrat això, ningú era capaç de dir-me res de tu.

A la fi, un bon amic nostre, que sabia i sap més que tots els que estaven allí, em va cridar i em va certificar que sí, que anaves dintre. I que ja no pujaries mai més a altre metro.

He pensat tant en aquell dia…


Eres pura energia. Un terratrèmol fet dona. Incombustible, incansable, atenent a mil assumptes a la vegada, treballant, estudiant… Però sempre anteposant els teus amics i la teua gent per davant de qualsevol cosa. Sempre preparada per eixir a menjar-te la nit, festera fins la mèdula. Lluitadora, generosa, altruista, sempre disposta a invitar-me al millor sopar de la setmana.

I tan granota.

Mª José García Lluch, com et feies de voldre…


La vida, verd i fràgil tall que brota,
l'arrancada esta mort obscura i freda,
¿per què te'n has anat, fervent granota,
ara que el teu Llevant torna a Primera?

No m'importa que pugues enfadar-te
(¿ho saps?, fins quan t'enfades eres tendra),
quan sàpigues que escric per a tornar-te
les flames del teu cor en esta cendra.

De tots els teus amics, la més volguda,
esvalotant com un llor en la gàbia,
així et recordaré, ma dolça Majo.

Quan arribes al cel fes-me perduda,
i podré descansar sense més ràbia,
ni més dolor, ni metros del carajo.

Juliol de 2006

miércoles, 24 de junio de 2009

De promesas cumplidas y rotas

Aún no hace un año que regresé de la Tierra Prometida, prometiendo volver. Mañana es el día en el que cumpliré aquella promesa, el día en que palabra y realidad comulgarán volviéndose una sóla, volviéndose Berlín.


Aún, casi un año después, nos dicen que a ratos nos echan de menos. Yo no los creo, mas sí quisiera creerlos. De cualquier modo, nadie podrá negar que nuestro paso fue en vano ni que nuestra huella no perdura.

Cambiando de tema. Siempre afirmé: "Si alguna vez me veis hacerme de Facebook, clavadme un cuchillo en la espalda". Bueno, pues al margen de la hipérbole retórica, hace unos días rompí esta promesa. Algo tuvo que ver la cena y el reencuentro con mis antiguos compañeros de la clase del colegio, la cual se convocó vía Facebook. Por suerte, hay quien lo usa para algo más que violar la privacidad, cotillear en la vida de los demás y, en un futuro, arruinar la reputación de un usuario sacando a la luz sus imágenes inéditas.

Ya lo veréis, ya, futuros cargos públicos y presidentes...

Berlín, el Regreso Prometido. Del 25 al 29 de junio.

sábado, 13 de junio de 2009

Zahara y el azahar

Ella es una chica pop con olor a mandarina, dulce como los sugus y con una fabulosa historia que contar:


"La fabulosa historia de la chica que perdió el avión y que estuvo esperando sola toda la noche, después de despedirse del amor de su vida en una cena sin postre. Lo conoció en Roma y, aunque aprendieron a flotar y a hacer infinitos los domingos, creían haberse perdido para siempre. Pero, mientras despegaban los aviones, él le preguntó: '¿Te llevo?'"

La jienense Zahara ha pasado de ser un nuevo personaje musical incipiente a todo un fenómeno arrasador tras ver la luz su primer disco, 'La fabulosa historia de... (Zahara)', el pasado 26 de mayo.

Algunos pudimos disfrutarla en el comienzo de su gira de promoción por algunas Fnacs a su paso por la tierra del azahar. Con su voz prodigiosa y cálida, con sus temas melosos y cariñosos pero no empalagosos, y con una caracterización de su propio personaje muy cuidada y elaborada, nos cautivó como a unas adolescentes escuchando a su cantante favorito.

La vais a escuchar bastante a menudo dentro de poco, pues su single 'Merezco' no parará de sonar, entre otras cosas, porque ha sido elegido como tema oficial para las retransmisiones de la Vuelta a España.

Todavía hechizado por su encanto, no puedo definirla de otra manera que no sea 'una Amelie con guitarra'. ¡No os la perdáis!

Todo sobre ella en: zaharapop.com.

sábado, 6 de junio de 2009

Low cost

Me permitirá mi amigo Joan que haga uso de un término que él acuñó ácidamente tiempo atrás, en uno de nuestros cruces de correos del "club del mail":

La política 'low cost'.

Y es que, la desafección por la política ha llegado a tal grado en este país que sus dos principales grupos políticos han ideado una campaña electoral para las elecciones europeas basada en la desacreditación sistemática del oponente, con o sin argumentos para ello, más preocupados de que no se vote al partido contrario que de que se vote al propio.

'Low cost', porque se hace política maniqueista y por comparación, obviando por completo el resto de fuerzas políticas, donde un partido es el futuro y el progreso y el otro el ayer y el miedo.

'Low cost', porque ya nada vale ni es bueno, ni siquiera unos alentadores datos de creación de empleo, y cualquier acontecimiento se reinterpreta de modo que sirva como ariete para golpear al contrario.

'Low cost', porque no ha habido mensaje político en la campaña, y ésta ha sido convertida en un circo sensacionalista donde los políticos del mismo partido se lamen el culo, y lanzan víboras por la boca para referirse al contrario.

Algunas perlas que he tenido que escuchar/leer durante esta campaña:

- ¿Qué es bueno para Valencia y Madrid, pero malo para Génova?
- Rita, eres una alcaldesa estratosférica. Nos gusta ir a Galencia, Rita.
- Los 25000 puestos de empleo es un dato adulterado por la proximidad del verano.
- Ha hecho un ridículo... interplanetario.

- ... y otras tantas ...

Lo cierto es que no estoy nada motivado para votar mañana. Imagino que la participación electoral oscilará entre el 40%-50% seguramente. No importa, con los políticos tan coherentes que tenemos, mañana estarán celebrando cualquier resultado, interpretado a su manera, en sus respectivas sedes, en lugar de lamentarse por el bochornoso espectáculo que han dado en estas elecciones.

¿Hasta cuándo el bipartidismo?

jueves, 28 de mayo de 2009

Occidente VS Oriente

[...] A casi todos los que vivimos de este lado del mundo, condicionados por nuestra educación, nos cuesta renunciar a la idea de ser los que producimos el cambio. Nos sentimos obligados a hacer y complacidos de creer que fabricamos cosas desde la nada.

Los orientales, en cambio, con otra serenidad y convencidos de que están haciendo todo lo posible por no interrumpir el devenir, pueden esperar a que ese algo suceda sin necesidad de ser los que activamente intervienen en que se produzca.

Les cuesta decidirse a iniciar el proceso y actuar sobre esa realidad para modificarls a su conveniencia o a la de todos. A nosotros nos cuesta aceptar su pasividad; y a ellos, por supuesto, les molesta nuestra urgencia.

Estamos condicionados por mitos diferentes [...].

El camino de Shimriti - Jorge Bucay

domingo, 24 de mayo de 2009

A turnos

Porque todo en la vida puede detenerse unos instantes para darse una tregua. Nosotros podemos parar y echarnos una siesta, o en función del cansancio y el estrés, irnos de vacaciones. La electricidad puede caer en casa; la reestableceremos y no habrá sucedido nada grave. Una ciudad se puede parar mientras su equipo juega una importante final deportiva. Incluso un corazón y la respiración de un ser humano se pueden parar, y hay remedios para reanimarlos.

En cambio, la fábrica no puede parar. Y como ni descansa, ni duerme, ni se detiene ni se para, ha de existir el personal a turnos.

La vida laboral a turnos es bastante diferente a la normal, en gran medida porque afecta a la vida personal de cada uno en su tiempo libre. Que salga el sol no quiere estar diciendo que es hora de levantarse, y que se ponga, tampoco es un indicio de que llega la hora de irse a casa. He descubierto también que los amaneceres y los ocasos tienen mucho que ver unos con otros y que el cuerpo reacciona igual ante ellos, cuando a las 10 h de la noche saludaba inconscientemente a la gente del turno anterior con un "buenos días".

Las semanas pasan a tener 12 días, en lugar de 7, y se descansa en los 3 últimos. Así que no tiene sentido hablar de lunes o viernes, sino del primer día o del noveno. Y cuando hay cambio de turno corto, en 24 h se trabajan 16 h, habiendo sólo 8 h de por medio para volver a casa, descansar, comer y regresar al trabajo.

La turnicidad, claro está, se remunera especialmente y se compensa con más días de vacaciones por todos aquellos domingos, fiestas locales, Nochebuenas y Nocheviejas que a la gente del turno les toca pasar en planta. Pese a ello, quizá un observador externo pueda pensar que es ciertamente árduo este modo de vida. Pero la realidad es que hay gente que se ha jubilado tras más de 30 años de estar a turnos y ha vivido sin problemas. Sólo hay que saber contar con el resto de compañeros de turno para llevar con ellos una vida y un ocio agradable al margen del trabajo.

La experiencia ha sido gratificante, sobretodo, gracias a los operadores, quienes hasta el último, el más joven o el menos implicado, ha tenido la gentileza siempre de acompañarme, explicarme, enseñarme... cualquier cosa que la curiosidad me sugería. Un gran grupo de gente, que son los responsables de que todo funcione perfectamente y de que, como indiqué al principio, la fábrica no pare.

Y mañana, por fin, tras dos meses de formación, me incorporaré a mi nuevo puesto de trabajo hasta quién sabe cuándo:

Departamento Técnico - Sección Servicios Técnicos - R.B.I. (Risk Based Inspection)

lunes, 18 de mayo de 2009

El amor, las mujeres y la vida

El amor, las mujeres y la vida.


Desde hoy se hablará un poco menos de ellos, porque Mario Benedetti se marchó llevándose con él su genial manera de expresar el amor, de querer a las mujeres y amar la vida.

Nacido en Uruguay en 1920, pasó su juventud y madurez alineado en movimientos de izquierdas, lo cual le lleva a exiliarse, tras el golpe de estado de 1973, en Argentina, Perú y Cuba. En 1977 se instaló en Madrid, y tras 10 años alejado de su patria y su familia, pera terminó regresando a Uruguay en 1983, comenzando el periodo de desexilio.

Mario Benedetti cultivó todas las artes, pasando por cine, novela, cuentos, etc. Pero por lo que más lo recordaremos es por su extensa producción lírica y por haber sido un referente contemporáneo para todos los cantautores y poetas de nuestros días, quienes en más de una ocasión se inspiraron en su obra para sus composiciones.

Yo incluído.

Mario Benedetti era el padrino rico de todos. Rico en palabras, en imágenes, en sentimientos... Ojalá yo algún día pudiera querer como quería Benedetti a sus mujeres.

En uno de sus últimos libros escribió: "No tuve una vida fácil, francamente"

Espero que sí lo sea la eternidad que has ido a encontrar.


No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.


No te salves - Mario Benedetti


Hasta siempre, Genio.

sábado, 9 de mayo de 2009

Pensamiento lateral

El pensamiento lateral o pensamiento divergente hace referencia a un conjunto de maneras de pensar y enfoques de las cosas que permiten descubrir nuevos conceptos, así como aumentar la creatividad.

Generalmente, nuestro cerebro aborda los problemas de un modo racional, fundamentando las respuestas y las soluciones en la experiencia, una base histórica y planteamientos que creemos lógicos.

El pensamiento lateral fue propuesto por Edward de Bono, psicólogo y escritor maltés, para representar todos esos caminos que no estamos acostumbrados a escudriñar frente a la resolución de un problema, obviando muchas soluciones que no se encuentran a simple vista.

La solución al acertijo propuesto la semana pasada es tan evidente como contundente:

La eminencia es una mujer, y claro está, su madre.

Desafortunadamente, no ha habido un número suficientemente grande de respuestas como para tener una población representativa y demostrar que, aquello que las mujeres han encontrado evidente, a los hombres les ha costado de concebir. En experiencias previas he podido comprobar como un un 75% de las mujeres acertaban y el mismo 75% de los hombres fallaban la respuesta, dando con soluciones inverosímiles o absurdas, pero sin caer en la cuenta de que la eminencia no era un hombre.

Como se advierte en la lectura, no se hace mención al sexo de la eminencia en ninguna parte, pero muchos hombres tenemos tan interiorizado que las eminencias han de ser hombres que ni se nos ocurre considerarlas mujer.

También atribuyo parte del fracaso masculino en esta experiencia al hecho de que, la frase que más énfasis contiene en toda la lectura, que es aquella de "¡Pero cómo no lo voy a tratar si es mi hijo!", los hombres la ponen en boca de un hombre, atribuyendo inmediatamente al locutor la categoría de padre, ya no tanto porque se hayan planteado que la eminencia sólo pueda ser un hombre.

Felicidades a Pilu, Pilar e Irene por haberlo acertado. Espero que los demás hayáis aprendido alguna cosa de esta lectura.

Por último, El bosón de Higgs anuncia un cese indefinido de su actividad por reestructuración interna. Hasta dentro de un tiempo.

viernes, 1 de mayo de 2009

Lo que crees sobre ti

Lo que crees sobre ti mismo, a lo mejor no es tan cierto. Propongo un acertijo:


" Antonio, padre de Roberto, un niño de 8 años, sale conduciendo desde su casa en Santiago y se dirige rumbo a Viña del Mar. Roberto va con él.

En el camino se produce un terrible accidente. Un camión que venía de frente se sale de su sector de la autopista y embite de frente al coche de Antonio. El impacto mata instantáneamente a Antonio, pero Roberto sigue con vida.

Una ambulancia de Viña del Mar llega casi de inmediato, advertida por quienes fueron ocasionales testigos, y el niño es trasladado al hospital. Conforme llega, los médicos de guardia comienzan a tratar al niño con mucha dedicación pero, luego de intercambiar opiniones y estabilizarle las constantes vitales, deciden que no pueden resolver el problema de Roberto.

Necesitan consultar. Además, advierten el resgo de trasladar al niño y, por eso, deciden dejarlo internado allí, en Viña del Mar. Luego de las consultas pertinentes, se comunican con el Hospital de Niños de Santiago y finalmente conversan con una eminencia en el tema a quien ponen en autos de lo ocurrido. Como todos concuerdan que lo mejor es dejar a Roberto en Viña del Mar, la eminencia decide viajar directamente desde Santiago hacia allá. Y lo hace. Los médicos del lugar le presentan el caso y esperan ansiosos su opinión.

Finalmente, uno de ellos es el primero en hablar:

- ¿Está usted en condiciones de tratar al niño'? - pregunta con un hilo de voz.

Y obtiene la siguiente respuesta:

- ¡Cómo no lo voy a tratar si es mi hijo! "


¿Cómo puede tener sentido la historia?

Un par de pistas: 1) Antonio no es padrastro. 2) Antonio no es cura. Los comentarios no estarán visibles durante esta semana para que nadie vea la respuesta. Intentad no hacer trampas. La solución, la semana que viene.

NOTA: Ya hay 2 comentarios (ocultos) con una posible solución. ¡Dejad la vuestra!

ACTUALIZACIÓN 7-JUN: Ya hay 3 comentarios (ocultos).

viernes, 24 de abril de 2009

Otras vidas

Susurrador de cuentos a tu oído,
postor de tu sonrisa sibilina,
degustador de tu néctar prohibido,
bandido en el far west de tu oficina.

Perseguidor de tus causas perdidas,
crupier de tu partida estraperlista,
culpable de tus lágrimas suicidas,
TÉDAX contra tu enojo terrorista.

Misionero en tu cama de noventa,
explorador del atlas de tus piernas,
proscrito en los confines de tu pecho,

arqueólogo estudiando tu osamenta,
espeleólogo rumbo a tus cavernas,
pirata navegante por tu estrecho.

sábado, 18 de abril de 2009

Perfectes

X

X és una nova companya al treball. És de València, fet que possibilita que pugam compartir vehicle a l'anada i la tornada. És indescriptiblement guapa, i té els ulls verds oliva més fascinants que puc recordar. Els nostres caràcters no casen massa, però als dies més febles és difícil no enamorar-se del seu somriure i del seu caminar pels corridors i, el seu perfum, que al principi detestava, ha acabat fins i tot per agradar-me.

X té nòvio, també de València. Porten dos anys junts. Ell la recull un parell de dies a la setmana per anar a la piscina. Als caps de setmana follaran (espere que en algun altre moment també) i faran plans de parella: aniran a un café-teatre, veuran una pel·lícula a casa, faran un sopar amb altres parelles o planejaran alguna excursió amb bicicleta.

X viu fins ara al centre, en un dels carrers més concurrits de València i amb les grans superfícies molt a prop. Hi anirà a viure a Castelló aviat per guanyar qualitat de vida. El seu nòvio no estarà d'acord, però com per a dur-li la contrària a eixa preciositat. A Castelló té una amiga vivint en un pis. Li ha vingut de perles perquè la incorporació es prompte i amb algú de confiança.

Y

Y és un nou company de treball. És de Granada, i ve de treballar alguns anys a altres punts d'Espanya i alguns mesos a Anglaterra. Ha acabat a l'empresa, on des de fa un any ja treballa la seua nòvia, la qual vivia sola i ara ell viu amb ella mentre fan plans per anar a un pis més còmode i per casar-se el més prompte possible. Ella és també increiblement bella. Bellesa del sur, pell morena, cabell rull i ulls blaus. Pura tendressa, pura feminitat. No s'han separat en 6 anys.

Y és, hi ha que reconèixer-ho, un tio d'allò més complet. Està assabentat de qualsevol tema, és bo a la seua professió i fins i tot, bon cuiner. S'aixeca pels matins molt aviat per fer algo d'esport i llegir el diari. A sovint prepara el desdejuni a la seua nòvia mentre ella encara dorm.

Se li veu una persona noble, conscient de què ha canalitzat perfectament la seua vida. Ja pensa en el seu futur pis, en els dos fills i un adoptat que vol tindre, i en apuntar-se a totes les activitat extra-laborals que ofereix l'empresa.

Z

Z és un nou company de treball. És de Castelló, fet que es tradueix en ser una mica el xic mimat de tots qui el coneixen, ja que molts dels actuals treballadors tenen relació amb la seua família, els seus avis, etc. A més, és molt carismàtic, fet que el converteix en un futur home-franquícia de l'empresa.

Z viu a la seua ciutat, clar, i la coneix molt bé. És qui ens guia quan tenim que buscar cap lloc per Castelló i qui ens recomana llocs per anar a menjar. Té molts amics ací, tots els de la carrera i tots els de la Universitat, perquè ha estudiat a la Jaume I. Ha acabat els seus estudis entre Frància i Alemanya, als darrers 2 anys, però la distància no ha sigut suficient per trencar la relació amb la seua parella.

Z és un xic humil, i està ple de veritats trascendents d'aqueixes que s'adquireixen amb l'experiència. És un home savi, al cos d'un home jove.

J

Jo sòc el nou company d'aquestes tres (i moltes altres més) persones a l'empresa. Visc a València, i quan torne per les vesprades, ningú m'està esperant per anar a la piscina, ni per planejar un futur, ni per pegar una volta per la ciutat. València i jo ens vam donar l'oportunitat de la reconciliació, però, a la llarga, pareix que ella i jo no ens acabem d'entendre.

Fer una vida social a València al marge del treball a Castelló, comença a semblar impracticable. Jo estime la meua ciutat, i no m'agrada res Castelló. Per viure necessite algo més que un sostre, un supermercat i un cine. Possiblement necessite gent al meu voltant, gent que encara què poca, ací tinc, i a Castelló no.

Fer passar al meu futur per València és com fer passar un riu per un canal que no és el seu natural. Al final seria pitjor el remei que l'enfermetat. Però, ¿com anar a viure a una ciutat on no es té el presentiment de poder arribar a ser feliç?

Així són els meus dies ara. Rodejat dia rere dia de persones perfectes amb vides perfectes que fan que, la meua quasi-perfecta vida, parega veritablement imperfecta.

sábado, 11 de abril de 2009

10 cosas que no enseñan los colegios

  1. De vez en cuando, a la gente hay que decirle que se le quiere.
  2. Siempre hay alguien esperando a ocupar el lugar que vas a dejar.
  3. Las palabras no llenan (Corolario: y se las lleva el viento).
  4. La vida de una persona es el período mínimo a esperar para juzgarla.
  5. Todo se acaba sabiendo algún día (Corolario: si no quieres que algo se sepa, no lo hagas).
  6. La infelicidad es, matemáticamente, la diferencia entre expectativas y circunstancias personales (Corolario: la felicidad se alcanza conforme esa diferencia tiende a cero).
  7. Lo barato, sale caro; y lo caro, sale caro.
  8. Toda decisión tomada tiene un precio.
  9. La vida no es corta; de hecho es lo más largo que vas a vivir.
  10. El amor es eterno, mientras dura.
Be water, my friend.

lunes, 30 de marzo de 2009

Cumplir 25


No se cumplen años todos los días. Por eso lo celebramos. Y el vigesimoquinto aniversario no es como los demás aniversarios; tiene algo de especial, tal vez por significar un cuarto de siglo. Si a ello le sumamos los últimos acontecimientos con los que la vida me ha agraciado, había motivo para celebrarlo de la manera más especial posible.

Había motivo. Y tanto que ha sido especial; el mejor de mi vida, sin duda. Porque he podido contar con todas las personas que pretendía, y todos ellos me han sorprendido con originales e inesperados regalos y muestras de afecto.

Para empezar, los Scouts decidieron juntarse una tarde para producir casi una comedia de largometraje, parodiándome y grabándose en vídeo, para luego, por sorpresa y tras una reunión, pasarme el rodaje ante mi estupefacción. Durante los 30 minutos que duró no pude cerrar la boca de incredulidad. Óscar al mejor vestuario y el mejor guión, sin duda.

Durante las Fallas he podido quedar con la gente de clase, con quienes empiezo a sentirme integrado y parte de ellos mucho tiempo después de romper con la rutina universitaria por mi exilio de dos años. También recibí sus felicitaciones.

La familia y los amigos de siempre, nunca fallan.

Pude pasar un par de horas con mi hada madrina en la Nit del foc. Poder verla cada vez que a su tierra vuelve, no se puede pagar con nada en el mundo.

David nos hizo cena en el Café Teatro La Passion, muy rica y por buen precio, y pude estar con personas a las que, aunque desaparecen del día a día por causas del destino, echo de menos igual. Terminé aquella noche bailando en el escenario seducido por un Drag Queen. Son graciosas esas noches que parece que van a terminar la mar de tranquilas, y se te acaba relacionando con gente de dudosa reputación.

Y el colofón, el viaje a Madrid de este fin de semana. Es indescriptible lo bien que me hace sentir esta gente cada vez que estoy con ellos. Se congregan, pierden dinero y tiempo, horas de sueño y incluso algún año de vida... y todo por que voy a visitarles. Me hacen sentir muy especial, y de su pasta están hechos todos los recuerdos de Berlín. Tenemos algo en común, y es que desearíamos, por unas horas, estar grilleando en Volkspark con una Berliner Kindl en la mano, o viendo atardecer un día más desde el puente de Warschauer Straße.

Se me acaban las palabras de agradecimiento con ellos.

Y para redondear la faena, salir con 52,5€ más en la cartera de Torrelodones, coger in extremis un avión que parecía iba a perder, llevar el dinero justo para comprar un billete de metro a casa y una postal de Valencia nocturna, iluminada de este a oeste, a través de la ventanilla mientras aterrizaba en Manises, son la mejor guinda para celebrar unos 25 años que, aunque bien, a cuestas llevo.


P.D.: Me intriga desde tiempo ha lo siguiente: ¿Quién sigue el blog desde Bochum?

domingo, 29 de marzo de 2009

Defectos personales

Para que me conozcas, te impresiono,
para que me recuerdes, te trabajo,
para que me prefieras, te emociono
y para que me quieras, te agasajo.

Si estás triste y sombría, me intereso,
si te noto distante, me involucro,
si advierto algo peor, te pido acceso
al corazón, sin ánimo de lucro.

Con tu brisa a favor, la fiebre crece,
vulnerable, confundo tus señales,
colado por tus huesos, te lo digo.

Nada será, otra vez, lo que parece,
insinuarás que no, y mis credenciales
los tendré que enmendar siendo tu amigo.

martes, 17 de marzo de 2009

Historias de amor material


El enamoramiento

Avecinándose la fecha de mi aniversario, empecé a pensar en algún regalo especial para esta vigesimaquinta edición, que de alguna manera tiene un cariz diferente por alcanzar el cuarto de siglo. De un tiempo a esta parte se me venía antojando un reloj, ya que el que llevo está viejete, roñoso, y es demasiado insulso. Creo que un reloj es un artículo muy personal, que algo dice de la persona que lo lleva, así que ya era hora de retirar el reloj que ya usaba con 17 ó 18 años.

Me dejé caer por el Corte Inglés una de esas tardes en que el consumismo da algo de sentido al tedio de una ciudad desacostumbrada al frío, y fui echando un vistazo por las vitrinas para ponerme al día de modelos, diseños y, antetodo, precios. Al poco de comenzar hubo uno que me llamó mucho la atención. Era de aspecto deportivo, informal y elegante en diseño y correa, en una proporción perfecta y también en perfecta armonía con la combinación de colores negros y naranjas.

Me imaginé con él, y me agradé. Pensé que estaría bien orgulloso de exhibirlo, y todos coincidirían en que habría sido la mejor elección. A continuación me fijé en el precio... y era desorbitante para mis posibilidades. Decepción.

Así que decidí continuar mirando. Había cientos de modelos diferentes repartidos por decenas de marcas; alguno habría similar, alguno me agradaría de la misma manera o más quizá. No me dediqué con mucho ahínco a ello, y pronto me fui con el recuerdo del reloj con el que me había imaginado bien ufano.

Ayer volví a pasarme para hacer una elección definitiva de mi futuro reloj, y acudí en primer lugar al que me había llamado aquel día la atención. Seguía inmóvil, deportivo, informal y elegante, en su vitrina. Su precio también seguía inmóvil.

Y el resto de cientos de relojes, también igual de iguales y discordantes conmigo. Los había más brillantes, más sencillos, con más manecillas, con esferas más aparatosas, con diseños extravagantes, digitales, sobrios, coloreados... Seguro que incluso mejores, pero ninguno me gustaba como el reloj la primera vez. Qué absurdo habiendo tantos.

Entonces pensé que tal vez me hubiera enamorado de ese reloj.


Amor de costumbre

Sucede con algunos discos de música recién salidos que los escuchamos por primera vez y nos dejan un sabor indiferente en la boca. En seguida nos ponemos muy críticos con el autor, del que venimos siguiendo su trayectoria, y decidimos que desde sus 2 ó 3 primeros discos no ha vuelto a hacer nada bueno.

Esto más o menos me sucedió con el nuevo disco de Carlos Chaouen, 'Horizonte de sucesos'. Pero justo el día en que parecía que iba a condenarlo al ostracismo, me pareció injusto no darle otra oportunidad, y me decidí a escucharlo un poco más detenidamente. Repasé sus letras, la heterogeneidad de la música, la complejidad de las melodías y la precisión de las metáforas. Y me pareció un disco mejor.

A días de hoy ya lo he escuchado numerosas veces, y me parece un disco estupendo y completo. Chaouen en estado puro. Entonces pensé que muchos discos nos acaban gustando después de escucharlos muchas veces, como esas personas de las que nos enamoramos a fuerza de disfrutar de cierto tiempo con ellas.