sábado, 6 de junio de 2009

Low cost

Me permitirá mi amigo Joan que haga uso de un término que él acuñó ácidamente tiempo atrás, en uno de nuestros cruces de correos del "club del mail":

La política 'low cost'.

Y es que, la desafección por la política ha llegado a tal grado en este país que sus dos principales grupos políticos han ideado una campaña electoral para las elecciones europeas basada en la desacreditación sistemática del oponente, con o sin argumentos para ello, más preocupados de que no se vote al partido contrario que de que se vote al propio.

'Low cost', porque se hace política maniqueista y por comparación, obviando por completo el resto de fuerzas políticas, donde un partido es el futuro y el progreso y el otro el ayer y el miedo.

'Low cost', porque ya nada vale ni es bueno, ni siquiera unos alentadores datos de creación de empleo, y cualquier acontecimiento se reinterpreta de modo que sirva como ariete para golpear al contrario.

'Low cost', porque no ha habido mensaje político en la campaña, y ésta ha sido convertida en un circo sensacionalista donde los políticos del mismo partido se lamen el culo, y lanzan víboras por la boca para referirse al contrario.

Algunas perlas que he tenido que escuchar/leer durante esta campaña:

- ¿Qué es bueno para Valencia y Madrid, pero malo para Génova?
- Rita, eres una alcaldesa estratosférica. Nos gusta ir a Galencia, Rita.
- Los 25000 puestos de empleo es un dato adulterado por la proximidad del verano.
- Ha hecho un ridículo... interplanetario.

- ... y otras tantas ...

Lo cierto es que no estoy nada motivado para votar mañana. Imagino que la participación electoral oscilará entre el 40%-50% seguramente. No importa, con los políticos tan coherentes que tenemos, mañana estarán celebrando cualquier resultado, interpretado a su manera, en sus respectivas sedes, en lugar de lamentarse por el bochornoso espectáculo que han dado en estas elecciones.

¿Hasta cuándo el bipartidismo?

4 comentarios:

Ana* dijo...

que de razón tienes! y que triste es todo. esa falta de honestidad, caballerosidad y profesionalidad en la gente que se supone que debería dirigir el pais.
me muero de pena, y de asco.
pero aun así, fui a votar. Es importante no quedarse en casa dejando que otros manejen el pais a sus anchas y que tú no tengas nada que decir al respecto.

J. Roigé Riera dijo...

Julito... Has d'escoltar més el que et diu el teu amic Joan i menys el que diu en Camps, perquè si ja sabies què és l'autèntica salut, ara ja saps què és l'autèntica sapiència.

Si vas a Berlín, frueix per mi i si et queda un moment, recorda tot allò que vam viure. Jo a més de mil kilòmetres d'allí ho faré.

Ire dijo...

Hola Juli! Estoy contigo y con Ana, lo que se lleva viendo desde hace ya tiempo en política española es sorprendentemente humillante... pero no creo que quedarse en casa sea el mejor modo de protestar (aunque tanta gente haya pensado que sí). Dicen que tenemos lo que nos merecemos, yo desde luego no me siento representada... tendremos que esperar a las próximas (y aguantar hasta entonces).

Por otro lado, te vas a Berlín? es lo de siempre, si habláis en catalán se me escapan los detalles :) ... pues si vas, disfruta! y saluda a la ciudad de mi parte! esta vez prometo tardar menos en volver.

Un beso muy fuerte! espero que todo siga bien por casa y trabajo :)

Ire

Julián Mora Lucas dijo...

Para que yo me abstenga de votar en unas elecciones, me tendrian que cortar las piernas. Entonces votaría por correo.

Así que para conseguir mi abstención, habría que cortarle las piernas a todos los trabajadores de Correos.

No sé... Cosas peores se han visto...