domingo, 20 de junio de 2010

Vuelvo

No puedo negar que estaba tan metida en mí, ocupando tanto espacio, que el día que quiso desaparecer, y así sin más borrar su huella, como si no fuera cierto que codo a codo habíamos sacado adelante un duro año, aquel día dejaba un espacio difícil de llenar.

Un hueco súbito en esa parte del ser donde se gestan las cosas que tienen que ver con el afecto, y bueno, yo que soy hombre de ciencias, imagino que como cualquier volumen que repentinamente desaparece de un espacio mayor, el balance de presiones genera instantáneamente un desplazamiento del volumen circundante, que tenderá a llenar el volumen previo desaparecido.

Supongo que así fue. Y el vacío generado respondió absorbiendo cualquier materia, cualquier calor, cualquier afecto que tenía a mano, fuera o no apropiado, fuera o no correcto. Diría que eso fue lo que pasó. Que cerré sus heridas sin curarlas. Que le repuse sin darle luto alguno. Y ni de lejos, quien vino a suplirla me daría la mitad de calor ni la mitad de luz que ella.

Hace muy poco que me daba cuenta de ello...

Así que quiero volver a aquel momento en que se borró, sentir que no pasa nada por descubrirlo tarde y hacer de ella una digna difunta y de mi un digno viudo que no quiera decir a rey muerto rey puesto.

Porque sólo quería contarlo en algun sitio... Por eso vuelvo...