Zahara tocó en la Wah Wah con los Fabulosos y nos puso la piel de gallina. No importó que se dejara Domingo astromántico y que la dulce chica con la que estuve hablando todo el concierto fuera bollera. Había un libro esperando para ella, así que esperé a que saliera del backstage y todos los grupis se hicieran las correspondientes fotos para el Caralibro. Yo soy más caballero, no me va lo de la foto (y bueno, tampoco tenía cámara). Así que Zahara, ha sido un concierto estupendo, gracias por volver por aquí, y te quería regalar un libro de sonetos que he escrito. Espero que te guste.
Con la sonrisa más bonita del mundo me hizo una reverencia y me dio dos besos. Y Spuni y yo salimos satisfechos del local con más proporción de tías de toda Valencia, en ese momento exacto. Qué bien sienta, de vez en cuando, llegar a casa un sábado a una hora respetable y sobrios para poder aprovechar la mañana del domingo, comentábamos. Y en ese preciso instante, desde un balcón lleno de gente y luces estroboscópicas, unas chicas nos gritan:
- ¡Eh, subid! ¡Llamad a la puerta 2!
Instantes después entrábamos a una bizarra fiesta de disfraces españolerasmus y nos servíamos cerveza fría de la nevera. Al más puro estilo de El café de Nicanor, fuimos conociendo a los presentes:
- R, amigo de un inquilino. Confundió nuestros nombres 5 veces. Aseguró haber estado con varias tías buenísimas en su vida. Segundos después hizo un bochornoso intento de ligue con dos chicas. Me pidió el número de móvil no sé para qué. Vi como se lo apuntaba mal. Creo que no volveremos a hablar nunca.
- M, amiga polaca de una inquilina. Cuando llegamos aún podíamos intuir que, por el maquillaje de su piel, iba disfrazada de Pitufina. Cuando nos fuimos del piso tenía más un aire a Rambo.
- P, amiga de alguien. Tenía los ojos saltones como Betty Boop y una cara de tonta que no podía disimular. Quería ir, valga la redundancia, a Betty Boop sólo si le pagábamos la entrada. Claro...
- X, amiga de alguien. No supimos cómo se llamaba. En un momento dado quiso volver del balcón al interior del piso, pero entró por la hoja equivocada de la ventana. Del rebote contra el cristal, hizo un torbellino y terminó por fin dentro. No pude evitar reirme. Cuando le pregunté are you OK? ella contestó yes, I'm fine, pero no me miró.
- C, dueña del piso. Estudiaba Comuniación audivisual en el CEU y era de Murcia, pero no tenía acento ostia pijo huevo. Vestía de Dorothy con unas graciosas coletas y se había pintado pecas en la mejilla. Quería irse de Erasmus a Berlín pero antes, cumplir los 21 en Las Vegas dándole en toda la boca al segurata que no le habría dejado entrar 24 h antes en un Casino por no tener la edad mínima. Había estado 1 vez en Montepicayo. Puso 2,5€ al 21 y salió. Se llevó más de 90€. Quería hacer lo mismo en Las Vegas. Me confeccionó en su taza del desayuno el último cubata con las sobras de las sobras: ron de 3€ con ginebra. Fue un gesto muy bello que yo aprecié. Quiere que quedemos a tomar café en su casa.
A Spuni se le ocurrió, en cierto momento, que con la cazadora de cuero y la taza tenía un aire a Pepe Navarro, el único hombre capaz de dar dos noticias consecutivas de cariz diametralmente opuesto:
"Con todos ustedes... ¡Crispin Clander!... y en otro orden de cosas... mueren 14 personas en Irak..."
Así que ayer noche cruzamos el Mississipi. Y después, ya sabéis...
- "Y después, yo".