"La lotería es un impuesto voluntario sobre la esperanza."
lunes, 29 de diciembre de 2008
Un mal negocio
domingo, 28 de diciembre de 2008
GT de Nadal
martes, 23 de diciembre de 2008
Ensayo sobre la ceguera
Hace algunos días fui testigo presencial de un breve periodo de cotidianidad de dos jóvenes invidentes, al coincidir en el tren con ellos en asientos prácticamente contiguos. Por lo que pude dilucidar, esta joven pareja estaba tan perfectamente adaptada a su tara, que eventualmente viajaban por colegios dando charlas sobre integración, y dejando que los niños les preguntaran con libertad acerca de su relación con el entorno y entre ellos mismos.
Al chico le sonó el móvil. Un tal Julián le llamaba para preguntarle cómo le había ido, y creo que fruto de esta casualidad, decidí poner mis cinco sentidos en un inocente 'espionaje', como si sintiese que tenían algo que contarme.
Era asombrosa la naturalidad de su comportamiento, de sus conversaciones. Asombrosa era también, no sé si ellos lo sabrán, la expresividad de su rostro cuando hablaban o sentían, como si hubieran conseguido ejercitar algunos músculos de más de la cara para suplir la circunstancia de que los ojos son el espejo del alma. Pero sobretodo, era fascinante la manera tierna y a la vez firme con que se querían. Y se querían tanto, imagino, porque se necesitaban.
Me asaltaron muchas preguntas, sobretodo alrededor de su relación. ¿Cómo puede nacer el amor con una persona a la que no se ha visto nunca? Pero al poco me di cuenta de que la vista es el más traidor de nuestros cinco sentidos, y por descontado que, sin ella, sería mucho más efectivo dar con una persona hecha a nuestra medida.
Si no tuviéramos ojos no exisitiría, tal y como lo conocemos, el enamoramiento y el amor a primera vista. No jugarían un papel tan importante las apariencias ni los prejuicios por nuestro físico o nuestra manera de vestir. Sabríamos reconocer a alguien interesante por su conversación, por su tacto, e imagino que la pituitaria habría evolucionado hasta convertirse en un sentido de captación de virtudes positivas, tales como la bondad, la honestidad o la humanidad, del mismo modo que respiramos y percibimos un aroma.
Y por extensión, imagino que la palabra 'xenofobia' nunca se habría inventado, y muchas conflictos entre etnias, culturas o religiones no habrían tenido lugar. A cambio, porque todo tiene un precio, nos perderíamos algunos paisajes por los cuales merece la pena haber vivido.
En resumen. Creo que me sería más fácil dar con una persona a medida, prescindiendo de la vista que haciendo uso de ella.
P.D.: Y ya que la entrada va de ciegos, vaya ciego este fin de semana, ¿eh, Joan?
jueves, 18 de diciembre de 2008
Los inmortales
"Todos somos mortales hasta el primer beso o hasta la segunda copa de vino."
domingo, 14 de diciembre de 2008
La lechera
Y es que ya sabéis lo dichosa que andaba la Lechera pensando lo que haría con el dinero de la venta del cántaro de leche que llevaba en la cabeza. Yo sufro en muchas ocasiones de ser Lechera ingenua. Tantas veces, que podría asegurar que sobre mí cierne algún maleficio.
Ayer, como de tanto en tanto, se presentó la ocasión de llevar un cántaro al mercado. Y mi imaginación, aburrida y ociosa como una tarde plomiza de sábado, no tuvo nada mejor que hacer que recrear las mil situaciones que se podrían dar de camino. Antes de querer impedirlo, ya sabía qué disco iba a poner en el coche, con qué tontería iba a hacerle reír y cómo sonaría su carcajada clara. Sabía de qué hablaríamos en el camino, con qué burda excusa sacaría cada tema, lo que quería saber de ella y lo que quería evitar saber. Había imaginado cómo iba a comportarme, cómo no iba a dejarme llevar a su terreno. Intuía cuándo tendría que ser dulce, cuándo serio, cuándo digno o humano...
Con este pensamiento iba yo, cuando una llamada con causas mayores externas a mí, me desestabilizó cayendo al suelo la tinaja, rompiéndose en pedazos el breve futuro imaginado y esparciéndose por el suelo sonidos, palabras, conversaciones, miradas, papeles... que debía haber vendido en el mercado y que nunca llegaron a nacer.
"¡Qué palacios fabricas en el viento!", clama Samaniego. Y siguiendo con la incertidumbre y la indeterminación, temas que se han tratado recientemente en el blog, cabe concluir que si "ni siquiera el presente está seguro", no sé sobre qué firme se pueden asentar las ilusiones y los proyectos de los años venideros, ni tan siquiera, esas pequeñas e insignificantes cosas que tenía que haber hecho con una persona hoy.
viernes, 12 de diciembre de 2008
Intercontinental
- España
- Alemania (Berlín, Bochum y Kalsruhe)
- Francia (París)
- República Checa (Praga)
- Dinamarca (Copenhague)
- Argentina (Santa Fe, Puerto Madero)
- México (Puebla)
P.D.: La prueba irrefutable de que estuvimos allí.
lunes, 8 de diciembre de 2008
El gol fantasma
Expertos en amor y desamor tuvieron la deferencia y el gusto de manifestar su punto de vista en la última entrada del blog. A ellos gracias por su intervención, y también a la gente que lo hizo de manera privada.
Y es que éste que termina, ha vuelto a ser un fin de semana especial, en primer lugar por haber sido un 50% más largo, y en segundo por haber contado con la grata presencia y compañía de Inés y sus amigas de Ávila. No lo voy a negar; ser el guía turístico de ocho chicas es embriagador, aunque haya que lidiar con sus indecisiones e indeterminaciones, que se añaden exponencialmente por cada miembro computable.
Con el antecedente de la visita de mi gente de Madrid, ha sido esta vez, si cabe, más sencillo elaborar itinerarios para ajustarse a los horarios y necesidades. La mañana llevó a la tarde, y la tarde a la noche, la cual resultó ser muy entretenida contando con la inestimable colaboración de algunos "Wing-men" del Kipling.
Estuve de acuerdo, en casi todas las líneas generales, con Saül el practicante, con Albert el teorizador y con nuestro anónimo (¿D.B.?) profetizador. Y por suerte, este sábado pude recordar que todavía invierto más esfuerzo en pasarlo bien que en presentar credenciales, que soy alguien que difícilmente traiciona sus principios, y que siempre hay alguna chica que aparece como una canción de los años 80, para hacerte pasar un buen rato cuando tú no te lo habías siquiera propuesto. Así que, para la crónica de sucesos, podemos hablar de gol fantasma, símil del mundo futbolístico, denominando así al hecho de computar un tanto sin que la pelota haya llegado a entrar.
P.D.: Podéis descargar un vídeo (en formato .mp4) del reciente concierto en Megaupload, pinchando en el siguiente link: www.megaupload.com/?d=R95LFRNO. ADVERTENCIAS: la calidad es mala, la oscuridad absoluta, pero al menos no desafinamos. Aunque sea otra vez 'Te lo dije', os prometo que se cantó algo más aquel día...
viernes, 5 de diciembre de 2008
Walking around
"Sucede que me canso de ser hombre", comienza Neruda en Walking Around.
Y es que hoy es uno de esos días en que detesto seguir ejerciendo una de las profesiones más difíciles hoy en día: ser hombre. Me canso de tener esperanza un día, y de perderla al siguiente, de que las espectativas fluctúen sin rigor ni sentido como los mercados de valores hoy en día, de emplear el poco tiempo libre del que comienzo a disponer y mis mejores maneras en presentar mis credenciales a las mujeres con las que me cruzo, y encontrarme su indiferencia como resultado. Me canso de perseguir señales, indicios, interpretaciones que un día me propulsan al infinito y al día siguiente me entierran con gusanos. Me canso de entrar en las discotecas y que todas las mujeres miren con cara de virgen violada cuando les dices algo.
Me canso de tener paciencia cuando la paciencia quizá no dé sus frutos, me canso de ser vulnerable a todos estos asuntos. Hay quien opina que no vale la pena esforzarse por encontrar a la persona adecuada para compartir tu vida, que ya aparecerá por casualidad. Pero yo opino que la búsqueda del amor correspondido en una tarea demasiado importante como para encomendársela íntegramente al azar.
Y por eso, me canso de ser hombre.
Sí, sería bello no morirse de frío en los inviernos, ahorrar lo que gasto en reparaciones para invertirlo en flores y en largometrajes. Sería reconfortante estrujar el cerebro con recetas y poemas, mucho más que con malas tretas y burdas excusas. Sería grato una tregua, escupir el cuchillo de mis dientes, y alguna vez cansarme de ser niño, y no siempre cansarme de ser hombre.