Lo que ayer sucedió no estaba en ningún guión. No estaba ni previsto ni planeado. Ni siquiera concebido o imaginado en mi cabeza.
Volvió Tontxu a Valencia después de 5 años. Y lo hizo gracias al esfuerzo de David, por llevar adelante el programa de eventos de 'La Passión', en especial el ciclo de cantautores. Me hacía ilusión regalar uno de mis libros a uno de los iconos que en su día pusieron música a mi adolescencia, así que teniendo esta inigualable oportunidad, ¿por qué desaprovecharla?
Al poco de llegar, Tontxu recibió, mezcla entre sorprendido y agradecido, mi libro, a lo cual añadí que se trataba de una colección de sonetos que había recopilado, y que quería regalarle, en cierta manera, como muestra de admiración por su carrera. Tomándolo, se dirigió al camerino. Y yo a la segunda fila, donde había un hueco fantástico que me estaba esperando.
La incredulidad fue mayúscula al ver aparecer a Tontxu entre aplausos, llevando mi libro en la mano y colocándolo sobre el atril. Agradeció a la organización la posibilidad de llevar a cabo encuentros de gente afines a este mundillo en un local espléndido como es aquél, y añadió que agradecía el regalo de un libro que un chico le había entregado nada más entrar.
Comentó que lo había abierto por una página cualquiera, y como le había gustado lo que había leído, y además era muy cantable... esto fue lo que sucedió a continuación:
Volvió Tontxu a Valencia después de 5 años. Y lo hizo gracias al esfuerzo de David, por llevar adelante el programa de eventos de 'La Passión', en especial el ciclo de cantautores. Me hacía ilusión regalar uno de mis libros a uno de los iconos que en su día pusieron música a mi adolescencia, así que teniendo esta inigualable oportunidad, ¿por qué desaprovecharla?
Al poco de llegar, Tontxu recibió, mezcla entre sorprendido y agradecido, mi libro, a lo cual añadí que se trataba de una colección de sonetos que había recopilado, y que quería regalarle, en cierta manera, como muestra de admiración por su carrera. Tomándolo, se dirigió al camerino. Y yo a la segunda fila, donde había un hueco fantástico que me estaba esperando.
La incredulidad fue mayúscula al ver aparecer a Tontxu entre aplausos, llevando mi libro en la mano y colocándolo sobre el atril. Agradeció a la organización la posibilidad de llevar a cabo encuentros de gente afines a este mundillo en un local espléndido como es aquél, y añadió que agradecía el regalo de un libro que un chico le había entregado nada más entrar.
Comentó que lo había abierto por una página cualquiera, y como le había gustado lo que había leído, y además era muy cantable... esto fue lo que sucedió a continuación:
Como veis, Tontxu puso improvisadamente música al primer soneto, y le sirvió como tema de apertura para su cálido concierto de dos horas. Un servidor no cabía en sí de gozo, así que quise agradecerle al terminar el bonito gesto tenido. Estuvimos charlando un rato de Bilbao, de Valencia y de Madrid. Buena gente, sencillo, humilde. Todo una figura de mi adolescencia conversando conmigo.
De vez en cuando la vida te aborda con regalos inesperados y con momentos imborrables para siempre del recuerdo. Al final, la foto de rigor.
¡Gracias, Tontxu!De vez en cuando la vida te aborda con regalos inesperados y con momentos imborrables para siempre del recuerdo. Al final, la foto de rigor.