De nuevo, cara a cara, en la tarima
que mordí tras los K.O.'s en un asalto,
a tus ganchos de izquierda en la autoestima
les retiro el respeto que hoy te falto.
El fin de tu hegemónica inclemencia,
llegará con clarines de bonanza,
y de mi cuño y letra, tu sentencia,
¡tenme miedo, porque tengo esperanza!
Te aguardo inexpugnable, huracanado,
trueno de Júpiter, guerra de Marte,
inmortal, kamikaze, despiadado,
con muchas ganas, de un tiempo a esta parte,
diez veces muerto y diez resucitado,
de quedarme a la chica, de matarte.
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